El coste global de la vida y del trabajo está aumentando, los precios se están inflando y, a medida que muchos países se acercan a una posible recesión, las organizaciones logísticas sienten la presión de garantizar que los procesos sean lo más rentables posible.
Las empresas logísticas están cada vez más expuestas a las presiones de la competencia. Como dice el viejo adagio: hay que gastar dinero para ganar dinero. Y, sin duda, también es necesario invertir para ahorrar dinero. Para las organizaciones logísticas, la automatización de almacenes proporciona a las empresas la agilidad y la eficiencia necesarias para ayudar a capear la volatilidad de una tormenta económica. En este artículo se explica por qué una ralentización de la economía es una señal para acelerar la automatización, no para frenarla.
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