La industria carga aérea se ha beneficiado de una demanda altísima en los últimos años. Ha ayudado a las empresas a responder a la explosión del comercio electrónico provocada por la pandemia, a las interrupciones del tránsito de carga marítima y a las necesidades urgentes de entrega de EPI y otros suministros médicos críticos.
El sector de la carga aérea se ha beneficiado de una demanda por las nubes en los últimos años.
Ahora que vuelve a bajar el coste del transporte marítimo de contenedores y se desarrolla la evolución económica, las cifras recientes de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) indican que el mercado de la carga aérea se ha estabilizado. Elvolumen mundial de carga aérea, medido en toneladas-kilómetro de carga, cayó un 9,7% en comparación con julio de 2021, y un -3,5% en comparación con julio de 2019.
Satisfacer la demanda de carga aérea no ha sido fácil, lo que sin duda habrá contribuido a que hoy se vuelva al océano. Pero, ¿cómo responderán los puertos? Podrán evitar que se repitan los trastornos? Y, con la temporada alta por delante, ¿qué pueden hacer los transitarios y proveedores logísticos para prepararse mejor para futuros picos de demanda y desbloquear nuevas oportunidades para aumentar los beneficios?
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